Tecnología y el gran desafío de las escuelas de periodismo
Más allá de los libros y hacia la experiencia del mundo real
Por Agustín Cohen / Profesor Universitario
El enfoque tradicional de la educación en general y las escuelas de periodismo no escapan a esto, centrarse en los libros y las conferencias, ya no es suficiente para preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI. Abrazar las experiencias del mundo real, las nuevas tecnologías, los debates constructivos, la resolución de problemas y la gestión del miedo y el stress, es necesario para preparar a los estudiantes con las habilidades y la mentalidad que necesitan para prosperar en un mundo interconectado y dinámico.
Te puede interesar: Cómo se enseña hoy el periodismo del futuro.
Los paradigmas de aprendizaje tradicionales, en los que el conocimiento se derivaba predominantemente de los libros, están evolucionando rápidamente. Los estudiantes se enfrentan a un mundo impulsado por la tecnología, la innovación y la aplicación del mundo real. Este cambio exige una transformación fundamental en cómo abordamos la educación y destaca la importancia de integrar la experiencia práctica, las nuevas tecnologías, los debates constructivos, la resolución de problemas y la gestión del miedo en cada curso y asignatura.
Esta transformación es esencial para empoderar a los estudiantes con las habilidades y la mentalidad necesarias para prosperar en el mundo en constante cambio.
El debate sobre si estamos en una era más allá de los libros.
La educación ya no se limita a las cuatro paredes de un aula y a los libros de texto. Los rápidos avances tecnológicos han brindado a los estudiantes una oportunidad sin precedentes para acceder a una vasta piscina de información y conectarse con expertos de diversos campos. Abrazar las experiencias del mundo real permite a los estudiantes aplicar conceptos teóricos a situaciones prácticas, fomentando una comprensión más profunda de la materia.
Las pasantías, las excursiones y el aprendizaje basado en proyectos son herramientas poderosas que puentean la brecha entre la teoría y la aplicación, preparando a los estudiantes para enfrentar desafíos reales.
La integración de herramientas de vanguardia, como la realidad virtual, las simulaciones y la inteligencia artificial, mejora la experiencia de aprendizaje, haciéndola más atractiva e interactiva. Las nuevas tecnologías no solo presentan la información de formas innovadoras, sino que también equipan a los estudiantes con las habilidades vitales para sus futuras carreras. La competencia en el uso de la tecnología se ha convertido en un requisito previo para el éxito en casi todos los sectores, por lo que es fundamental que los educadores aprovechen estas herramientas de manera efectiva.
Te puede interesar: Preoximos pasos para la enseñanza del periodismo emprendedor.
Debates constructivos y fomento del pensamiento crítico.
La educación no debe limitarse al consumo pasivo de información, sino que debe fomentar activamente el pensamiento crítico y las habilidades analíticas. Los debates constructivos en el aula fomentan una cultura de diálogo abierto, donde los estudiantes pueden desafiar las ideas, articular sus opiniones y desarrollar una comprensión más profunda de los problemas complejos. Este enfoque amplía sus perspectivas y les enseña el arte del desacuerdo respetuoso, una habilidad vital en las sociedades diversas y multiculturales.
Abordar problemas del mundo real
El aprendizaje basado en problemas es un método eficaz de educación que se centra en la resolución de problemas del mundo real. Al confrontar problemas concretos dentro de sus campos de estudio, los estudiantes aprenden a pensar creativamente, colaborar y desarrollar soluciones prácticas. Este enfoque inculca un sentido de propósito en su educación, mostrándoles cómo su aprendizaje impacta directamente al mundo que les rodea.
Mensaje del presidente de la SIP Michael Greenspon en el undécimo encuentro de CLAEP
Gestionando el miedo y abrazando lo desconocido
En un mundo que cambia rápidamente y con incertidumbre, el miedo a lo desconocido puede ser una barrera importante para el aprendizaje y el crecimiento personal. Es fundamental que los educadores creen un entorno seguro y de apoyo donde los estudiantes se sientan animados a tomar riesgos, experimentar y aprender de los fracasos. Desarrollar la resiliencia y la adaptabilidad es crucial para que los estudiantes naveguen por un mundo en constante cambio con éxito.
Como vemos el enfoque tradicional de la educación en periodismo ya no es suficiente para preparar a los estudiantes de periodismo para los desafíos del siglo XXI.
Los periodistas del siglo XXI deberán estar formados con todas estas herramientas que se han abordado a lo largo de este artículo, desde las últimas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), Web 3.0, etc. así como también técnicas de manejo del estrés y el miedo, debido a que deberán tener la capacidad de soportar las presiones extremas de un mundo globalizado hiperconectado con intereses contrapuestos. Esto será necesario y fundamental para asegurar la libertad de expresión e independencia de los periodistas del futuro.
El aprendizaje en las grandes redacciones del pasado ya no existe, ya que se van reduciendo de tamaño o ya casi no existen. El trabajo de periodismo se volverá cada vez más solitario y remoto. Por este motivo, las escuelas de periodismo tendrán el gran desafío de proporcionar a los estudiantes la educación que antes se recibía en las grandes redacciones, en las aulas.
Estaremos los profesores a la altura de esta gran responsabilidad? El debate ya ha comenzado, esperemos que sí, la libre prensa del futuro esta en juego.