Los diarios impresos desafían a la extinción
El fin de la pandemia no frenó el deterioro de lo impresos, pero muchos seguirán vivos en la próxima década. Y más allá.
Cuando una de las reinas del pop, Katy Perry, tuiteó diciendo que uno de los sonidos que más le agrada es el de “un periódico de papel crujiente que se lee por horas durante el desayuno”, el editor de cartas del lector de Los Ángeles Times recibió numereosas peticiones de que, por favor, el diario no abandone sus ediciones impresas.
"Abrirlo, doblarlo, garabatear en el crucigrama... Espero que nunca pase de moda en nuestro mundo digital. Es demasiado romántico", afirmó Perry de 38 años, un ícono de la Generación X con casi 110 millones de seguidores por Twitter.
El tuit de Perry circuló en noviembre de 2022 después que el Times anunció que dejará su planta de impresión en el sur de Los Ángeles a partir de 2024.
El fin de la pandemia no ha frenado el deterioro de los modelos de negocio de la mayoría de los medios impresos en el mundo, pero seguramente muchos seguirán existiendo aún en la próxima década. Y hasta más allá.
La razón es que, aparte del colapso de sus ingresos por publicidad y venta de ejemplares, los diarios impresos siguen siendo, sino la más confiable, una de las más confiables fuentes de información.
Una reciente encuesta en 19 de los 28 estados de la India encontró que son los periódicos de tinta y papel los que siguen mereciendo la mayor confianza de los lectores. Durante la pandemia, reveló el sondeo, los indios profundizaron su gusto por los diarios impresos, leyéndolos más durante los encierros. Ante la avalancha de desinformación en las redes digitales en torno al Covid-19, en la India los impresos tuvieron un rol destacado en resaltar la verdad.
La historia no es nueva. Desde hace varios años, en forma consistente, los impresos aparecen arriba en la lista de medios preferidos por su credibilidad y, abajo, en el número de usuarios. Es obvio que el futuro de los periódicos está en los formatos digitales y, muy probablemente, en la inteligencia artificial, pero lo que estamos viendo es que el viejo formato impreso es como una “rara avis” que no quiere extinguirse.
El corresponsal en Estados Unidos del diario argentino La Nación, Rafael Mathus, en el transcurso de una entrevista con Ben Smith, el primer jefe de Información del desaparecido portal BuzzFeed News, habló de cómo los grandes medios digitales están perdiendo su garbo en favor de las marcas tradicionales del periodismo.
Las más briosas cabeceras de la prensa digitalizada como Vice, Insider y Vox ya pasaron por su mejor momento. Y Meta/Facebook hasta se divorció del periodismo.
El hecho es que, los buenos periódicos impresos, siempre siguen teniendo clientes fieles.
El diario francés Le Dauphiné Libéré, de Grenoble, anunció una “renovación profunda” de su edición impresa que da prioridad a la información local y su cercanía con los lectores. Para implementar los cambios contrató a Quintin Leeds, exdirector artístico de Le Monde y Libération. El diario dejó su formato sabanón y pasó a circular como “el tabloide más pequeño de Europa”.
Con una inversión de más de 1,5 millones de euros, el nuevo formato se escogió tomando en cuenta las opiniones de los lectores: páginas más temáticas, menos imágenes pero mejor seleccionadas, más información práctica y noticias positivas.
El director, Christophe Victor, consideró que la inversión en un periódico a todo color es una apuesta por el futuro del medio impreso. La medida cuenta con el respaldo del grupo accionista.
A 11.000 kilómetros de Grenoble, en Montevideo, a un periodista y académico le preguntaron por qué los uruguayos todavía leen y compran los diarios impresos. Brian Majlin, director de orientación en Periodismo de la Universidad ORT, respondió así a India Molina, del portal Laboratorio de Periodismo:
“Hay dos elementos distintivos en relación al resto de la región. Acá el diario con más lectores, El País, todavía vive del papel. Tiene su transición digital, están generando proyectos innovadores, productos transmedia, podcasts, están yendo hacia la suscripción. Es decir, están cambiando las cosas. Pero todavía es un diario que vive más del papel y eso ya no pasa en la región. El papel sigue siendo prestigioso y es donde hay inversión de las empresas de medios. Eso hace que haya trabajo en las redacciones”.
En entrevista con Wan-Ifra, el CEO de El Tiempo de Colombia, David Matoses Peraire, declaró recientemente que “el papel sigue siendo un elemento fundamental en cuanto a profundidad y análisis de las noticias, frente a la inmediatez y rapidez de lo digital”.
El ejecutivo dijo que están pensando cambiar el diseño y el formato en busca de una mejor percepción de la calidad que debe tener un medio moderno en papel. “Hay al menos dos generaciones que seguirán disfrutando de la lectura profunda en papel y debemos atenderlas con calidad”, aseguró Matoses.
Michael Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times y presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), afirmó en un foro sobre periodismo en Colombia que su edición impresa se mantiene en estado de innovación para “seguir manteniendo el producto fresco para nuestros suscriptores que prefieren leer el periódico físico”.
“Cuando iniciamos el proceso de innovación hace unos seis años, la empresa se centraba sobre todo en el sector digital, pero queríamos ofrecer algo a nuestros fieles lectores de papel", afirmó Greenspon.
Ciertas fuerzas del mercado estadounidense aún hacen difícil para los medios de comunicación tradicionales dar el paso definitivo hacia una digitalización total. Puesto de otra forma: ni siquiera los 8,8 millones de suscriptores digitales de The New York Times pueden acabar con el diario impreso más aclamado del mundo.
Un informe de la Alliance for Audited Media (AAM) informó que en Estados Unidos ya solo quedan nueve diarios con una circulación promedio diaria superior a los 100.000 ejemplares.
La baja de la circulación en los últimos 20 años es de –81%, lo cual quiere decir que los diarios norteamericanos cuentan hoy con menos del 20% de la circulación que tenían en 2003. Y, por varias cuentas, el último año ha sido uno de los más terribles.
Pero aún en ese panorama desolador, hay tendencias que se mantienen a favor de los impresos.
Una de las razones principales es la resiliencia de los impresos. The New York Times impreso, por ejemplo, todavía tiene 730.000 suscriptores en 2023. Los precios de las suscripciones comienzan en $260 dólares al año.
Otra fuerza del mercado es la que impulsa a The Villages Daily Sun, periódico del estado de Florida, que el año pasado aumentó un tres por ciento su circulación hasta 49.183 ejemplares de promedio diario. Se enfoca en lectores que en su mayoría se han jubilado.
El medio advirtió que la inevitable transición de lo impreso a lo digital por décadas ha sido anunciada por expertos, académicos, economistas y periodistas, pero aún así el mercado de medios en Estados Unidos no está preparado para dar un paso definitivo. El fin vendrá, pero no se sabe cuándo.
“Cada año, algunos de ellos morirán y otros tendrán un nieto que los ayudará a descubrir un iPad”, advirtió el NiemanLab.
La verdad objetiva es que aún no existe una fecha para poner atrás por completo a los diarios impresos. Ni siquiera ante la exhorbitante subida de los precios del papel a nivel internacional.
Aún con un precio promedio de $900 dólares por tonelada la cotización del “newsprint” aún no se estabiliza. El poco optimista panorama económico mundial permite suponer que muy pronto superará la barrera de los $1.000 dólares.
En Europa ya se puede sentir lo que sería una sociedad sin diarios impresos. Se habla de una marginalización de sectores clasificados por edad, hábitos de consumo o poca disposición técnica, que quedarían sin vehículos de información.
En Francia ya se gestionan ayudas o subsidios a medios informativos impresos y esas iniciativas podrían llegar pronto al Parlamento Europeo. La Hacienda francesa comenzó el trámite de “ayudas excepcionales” por cinco millones de euros, o más, para compensar los estragos de los altísimos costos del papel. Una votación en el Congreso tendría lugar en octubre.
En Estados Unidos, los desiertos informativos son motivo de preocupación. Unos 70 millones de estadounidenses viven en comunidades sin ningún medio de comunicación o con solo uno. Eso equivale a una de cada 4,7 habitantes.
En cierta forma, la tecnología ha fallado a muchos. Amazon anunció que, a partir de diciembre, no seguirá vendiendo suscripciones a periódicos y revistas para su dispositivo Kindle.
Hace unos 14 años, el Kindle era saludado como un salvador del periodismo digital que, algún día, permitiría una experiencia de lectura muy similar a la del papel. Pero el modelo de negocio no funcionó para Amazon que ahora quiere promover más el uso de sus paquetes de suscripción y que, a su vez, los diarios se conformen con una regalía.
En realidad, todo se reduce a lo que se llama “una experiencia satisfactoria de lectura”. Muchas personas, a través de Reddit, lamentaron el anuncio de Amazon y señalaron que los formatos de los diarios y revistas que ellos acceden en el Kindle les resultan más fáciles de navegar que los propios websites de esos mismos medios.
También se quejan de que las Apps de los medios a veces tienen interrupciones y recargas que sacan al usuario de su sesión, lo cual es muy incómodo para cualquiera.