Holmann: La Prensa, clandestina, sigue desafiando a la dictadura
"Combatimos la censura porque tenemos la confianza de la sociedad"
Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa de Nicaragua, habló en exclusiva con Hora de Cierre sobre la situación crítica que vive el periodismo en el país. En el marco del aniversario número 98 de La Prensa, Holmann describió cómo es ejercer la profesión bajo el régimen de Daniel Ortega, aún después de la usurpación de todos los activos del periódico y el exilio de todos sus directivos y de toda su sala de Redacción.
¿Cuál es la situación de La Prensa en este 98 aniversario que se celebra con sus directivos y personal del diario en el exilio?
Me gustaría dejar claro que nuestra situación es muy precaria. Hay que tomar en cuenta que éramos una empresa con más de 400 empleados en Managua, de ellos, alrededor de 120 personas trabajaban en Redacción. En la actualidad somos alrededor de 47 en total, de los cuales en Redacción apenas por encima de 20. El régimen inicialmente nos puso un embargo aduanero a nuestros insumos y, posteriormente, confiscó nuestros edificios, confiscó nuestra imprenta comercial -que era la más moderna del país-, confiscó nuestras cuentas dentro del país, confiscó nuestros inventarios… se robaron todo y finalmente nos obligó a salir al exilio. Con estos golpes (días antes de que nos intervinieran) tuvimos que dejar de publicar nuestra versión impresa y por ende perdimos los ingresos por publicidad, anuncios clasificados y por circulación de los dos diarios que editábamos LA PRENSA y DIARIO HOY.
En la actualidad hemos hecho muchos esfuerzos en optimizar nuestros ingresos por publicidad digital programática, pero eso, como sabrás, es relativamente poco cuando lo comparás a venta directa y en Nicaragua ninguna empresa local se atreve a anunciarse en La Prensa por temor a represalias del régimen. También hemos mejorado mucho nuestras estrategias para captar suscripciones digitales y para retener a los suscriptores, pero en la SIP sabemos lo complejo que es lograr madurar este rubro, y eso en condiciones óptimas, ya no digamos en nuestras condiciones.
En resumen, operamos con un déficit que es cubierto con aportes de los socios y con algunas donaciones, pero, por ejemplo, en el caso de los socios que ya han puesto millones de dólares, prácticamente han llegado al fondo del barril, como decimos coloquialmente. Nosotros vamos a honrar la promesa de nuestro último director, Jaime Chamorro Cardenal, quien le dijo a (la vicepresidenta y esposa de Ortega) Rosario Murillo cuando nos bloqueó la entrada del papel por primera vez en 2018, bloqueo que duró 575 días: "La Prensa va a llegar a los 100 años y muchos más".
La mayoría de nuestro equipo está fuera del alcance de la dictadura, pero el mero hecho de tener que trabajar en diferentes países, sólo con la posibilidad de coordinarnos por videollamadas… hace que nuestra efectividad se disminuya.
¿Cómo ha afectado y sigue afectando el hostigamiento y el cerco del régimen de Daniel Ortega contra el diario?
El régimen mantiene un estado policiaco en Nicaragua. Puede hostigar a cualquier ciudadano en cualquier momento, pero en particular es represivo contra los pocos periodistas que quedan dentro. Nosotros tenemos periodistas dentro, pero trabajan de manera clandestina. Igualmente, no sabemos si es por el mismo temor que genera la dictadura o por presión directa, pero los bancos privados han cerrado cuentas de nuestros periodistas dentro del país. La mayoría de nuestro equipo está fuera del alcance de la dictadura, pero el mero hecho de tener que trabajar en diferentes países, sólo con la posibilidad de coordinarnos por videollamadas, con grandes costos para las transferencias de los pagos a nuestros colaboradores, y un largo etcétera, hace que nuestra efectividad se disminuya.
Todos los que estamos involucrados en La Prensa estamos muy conscientes de nuestra responsabilidad y estamos muy comprometidos con Nicaragua. La Prensa y Nicaragua le deben mucho a todos nuestros colaboradores, son todos unos héroes.
¿Cómo influye el acoso permanente en la capacidad de La Prensa para realizar su trabajo de manera independiente?
Decimos con orgullo que no hemos dejado de publicar un solo día en nuestra edición digital y no hemos dejado de señalar los abusos, de informar a los nicaragüenses dentro del país y, más bien, hemos ampliado nuestra cobertura para servir y cubrir las necesidades informativas de los cientos de miles de nicaragüenses obligados a abandonar el país por causa de la dictadura. Pero como te señalé antes, los golpes recibidos nos limitan fuertemente. Sin embargo, el compromiso de nuestro equipo debo reconocerlo; me impresiona cómo los periodistas que han tenido que abandonar sus hogares, sus familias, y asentarse en tierras tan lejanas como Canadá, Alemania, España continúan trabajando con mucho ahínco y valor. Y no solo los periodistas, hay un pequeñísimo personal Administrativo, de Ventas, de Informática y de Mercadeo que ha sufrido lo mismo que los periodistas y continúan su labor con mucha entrega. Todos los que estamos involucrados en La Prensa estamos muy conscientes de nuestra responsabilidad y estamos muy comprometidos con Nicaragua. La Prensa y Nicaragua le deben mucho a todos nuestros colaboradores, son todos unos héroes.
Nadie dentro de Nicaragua es identificado porque eso le significaría la cárcel o el destierro, e incluso muchas fuentes que están fuera del país solicitan y reciben la protección del anonimato porque no quieren perjudicar a sus familiares que permanecen dentro del país.
¿Cómo hacen para evadir la censura y cómo enfrentan los intentos de bloqueo?
En La Prensa desde el año 2020 ningún redactor firma las notas, y nadie en nuestros artículos es identificado plenamente, decidimos que la responsabilidad la asumimos como medio, los dueños, el gerente, el director. Mantenemos en estricta confidencialidad nuestras fuentes. A veces solo el periodista sabe quién es la fuente. Respetamos eso de manera muy estricta porque esa confianza que hemos desarrollado con las fuentes nos permite seguir recibiendo información. Nadie dentro de Nicaragua es identificado porque eso le significaría la cárcel o el destierro, e incluso muchas fuentes fuera del país solicitan y reciben la protección del anonimato porque no quieren perjudicar a sus familiares que viven dentro del país. Como te digo, es un estado policiaco totalitario el que ha impuesto la dictadura.
Es difícil lidiar contra la censura, el gobierno sandinista viene impartiendo censura desde su regreso al poder, controlando la información, manipulándola, queriendo crear su propia narrativa. La censura no se trata solo de evitar que se diga o se publique algo; la censura son dos caras de una misma moneda: la creación de desinformación o creación de una narrativa falsa y la obstaculación de la publicación de la verdad. También ocultar la información verdadera es censura y esta es parte de la primera cara de la moneda.
Combatimos la censura porque tenemos la confianza de la sociedad. La combatimos por medio de la credibilidad; sino confiaran o creyeran en nosotros, ya no existiríamos. Fijate, parece irónico, pero la dictadura sandinista nos aborrece porque cree que hacemos un buen trabajo, sino hiciéramos buen trabajo no nos molestarían. Como dice el Quijote: “Cuando los perros ladran es señal que cabalgamos Sancho amigo”, cuando nos dejen de ladrar es que nos vamos a preocupar.
Las presiones se limitan a sanciones que son ineficaces. No creo que los cabecillas de la dictadura y sus operadores tengan interés en viajar a Estados Unidos, Canadá o países de Europa y a estas alturas no tienen cuentas ni propiedades en estos países.
¿Cuál es su opinión sobre el papel de la comunidad internacional en la defensa de la libertad de prensa en Nicaragua?
Creo que nos ha quedado debiendo la comunidad. Y no solo en lo que se refiere a la defensa de la libertad de prensa sino en la lucha contra una dictadura tan feroz y voraz como la dictadura sandinista con Ortega y Murillo a la cabeza. Te hablé de donaciones; recibimos algunas, pero son relativamente pequeñas y, atadas a unos condicionamientos que sinceramente nos dificulta mucho hacer periodismo. A veces nos piden hacer cosas que no necesitamos hacer, pero esas son las condiciones que ponen para acceder a los fondos. Nosotros claramente hemos expresado que necesitamos que nos permitan hacer periodismo, que nosotros sabemos hacerlo, y que si ahora estamos necesitando este tipo de apoyo es por el feroz ataque de la dictadura que como decimos se nos ha lanzado a la yugular. Su intención ha sido eliminarnos, no lo ha logrado, pero como te digo, lo que necesitamos es apoyo para poder hacer periodismo. Las agencias de cooperación abandonaron Nicaragua porque se “pelearon” con la dictadura, pero al irse nos abandonaron a todos los nicaragüenses y con eso fortalecieron a la dictadura y nos dejaron desamparados a los que, con las uñas, estamos defendiendo o tratando de recuperar la democracia.
Lo mismo sucede en lo que respecta a la defensa de la democracia. Las presiones se limitan a sanciones que son ineficaces. No creo que los cabecillas de la dictadura y sus operadores tengan interés en viajar a Estados Unidos, Canadá o países de Europa y a estas alturas no tienen cuentas ni propiedades en estos países. Hay que entender que Ortega forma parte de un eje que lo componen China, que es la segunda economía del mundo, Rusia, Irán y Venezuela que son grandes productores de petróleo, y otros regímenes autoritarios como Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte... Ortega no está aislado, Ortega es parte de un eje antioccidental muy poderoso, que se ve a sí mismo en guerra contra las democracias occidentales.
Por otro lado, nuestros medios de comunicación hermanos en la comunidad internacional, nos tienen abandonados (no puedo generalizar). Se debe de iniciar con la exposición del problema, con dar a conocer que existe un problema. Los medios de comunicación juegan un papel muy importante, pues crean conciencia dentro de un grupo o una sociedad, ayudan a entender e identificar que ese problema no es “inherente” a un país en específico, sino que está causando un desequilibrio en toda una región o el mundo. Si los medios insisten en eso, lograremos educar a nuestros pueblos y estos le exigirán a sus gobernantes que actúen. Les pido los medios de comunicación hermanos que nos apoyen en esta lucha, que es su lucha también. La violación a la Libertad de Expresión no conoce de fronteras, no conoce de raza o nacionalidad y estas violaciones corren y se esparcen como pólvora… cuando te das cuenta ya toco a tu puerta.
La Prensa se debe a todos los nicaragüenses, estén donde estén. Tenemos una sección informativa, abierta sin costo, y dirigida a todos estos migrantes para ayudarles en su éxodo.
¿Qué parte de su audiencia vive en Nicaragua y qué parte en el exterior?
Nuestros datos de febrero son los siguientes: 48 por ciento de nuestras visitas vienen de Nicaragua; 15 por ciento vienen de Estados Unidos; 10 por ciento de México 7 por ciento de Costa Rica; 5 por ciento España y ya el resto se divide en una gran cantidad de países. ¿Por qué tenemos tanta audiencia fuera de Nicaragua? Pues por el éxodo masivo de nuestro pueblo que está huyendo en busca de protección y de futuro. La Prensa se debe a todos los nicaragüenses, estén donde estén. Tenemos una sección informativa, abierta sin costo, y dirigida a todos estos migrantes para ayudarles en su éxodo. Recordemos que cuando las cosas cambien, ellos van a ser parte del cambio. Hoy la economía de Nicaragua está siendo sostenida por las remesas que envían todos estos exiliados.
¿Cuáles estrategias han empleado para hacer crecer el número de abonados o suscriptores del diario?
En estas complejas circunstancias y con un equipo pequeñísimo que se cuenta con los dedos de una mano, hemos mejorado muchísimo nuestra capacidad de análisis de los datos para darles seguimiento diariamente a través de herramientas especializadas. Aquí hemos tenido la solidaridad de empresas y agencias de noticias internacionales que han sido muy solidarias y flexibles con nosotros y nos han apoyado mucho y nos han permitido usarlas a costos mucho más bajo que lo que ellos cobran normalmente. También se tiene que destacar la calidad del contenido que elaboran nuestros periodistas, mantener esa calidad y, si es posible, aumentarla es la mejor estrategia para hacer crecer la cantidad de lectores. La veracidad de lo que publicamos y el compromiso con la verdad es también importante.
Nos quitaron todo lo material, lo que no pudieron quitarnos es la dignidad, la inquebrantable voluntad de defender la libertad de expresión, nuestro compromiso con la verdad y la justicia
¿Qué ha sucedido con el edificio donde operaba La Prensa en Managua?
No fue un edificio, fue un complejo de varios edificios. Todo lo que teníamos fue robado, “confiscado” le llama la dictadura para querer ocultar el crimen. Junto con toda la maquinaria, toda la imprenta comercial, vehículos, computadoras, plantas generadoras... en fin, millones de dólares robados porque nunca hubo ni siquiera un remedo de proceso contra Editorial La Prensa, ni siquiera una acusación contra la sociedad dueña de La Prensa. Las maquinas, edificios, etc son importantes y tienen un valor, pero lo que más me duele son todas aquellas cosas que solo tienen valor para nosotros, los recuerdos, el sacrifico y el trabajo arduo que construyó todo eso. Todos los archivos, la hemeroteca que contienen la historia de Nicaragua de los últimos 98 años, no se que pasará con eso; recordemos que ellos quieren desaparecer la historia para crear “su historia”. Y por último está todo el daño que se puede considerar intangible, el daño moral y emocional a toda la familia La Prensa que no son sus dueños, sino que me refiero a sus colaboradores y sus familias.
El gobierno “construyó” un centro de capacitaciones al que, irónicamente, le pusieron “Centro Cultural José Coronel Urtecho El pasado no Volverá”. Lo irónico es que existe una frase que el poeta Coronel Urtecho escribió en 1973, cuando Somoza nos tenía censurados, que dice: "para la conciencia del país, cuando La Prensa deja de salir es como que no sucediera nada, o todo fuera mentira". No se que tipo de capacitaciones imparten en ese centro, pero si se nos ha informado que están intentando vender varias de nuestras maquinarias en el mercado internacional. Advertimos a los que las compren que están siendo cómplices de un crimen.
Nos quitaron todo lo material, lo que no pudieron quitarnos es la dignidad, la inquebrantable voluntad de defender la libertad de expresión, nuestro compromiso con la verdad y la justicia.